«-Oh, Señor, ayúdanos durante todo el día, hasta que las sombras se alarguen y llegue la noche… -empezó a decir la Sra. Grogan en voz baja, pero el Dr. Larch no quiso oirla.
-Cualquiera que sea la alternativa, si la hay… no es la oración -dijo.
-Para mí siempre ha sido una alternativa -dijo la Sra. Grogan desafiante.
-Entonces dígala para sus adentros -replicó Larch.»